El sueño y lo que te da vueltas en la cabeza
“Me cuesta dormirme o
me despierto pensando en las cosas que tengo que hacer mañana”, me comentaba una amiga. ¿Te sentís identificado? ¿Sabés que esto les
pasa a muchas personas, especialmente cuando tienen una cantidad de cosas
pendientes o una larga lista de cosas para hacer al día siguiente.
Te propongo tres cosas para hacer la próxima
vez que te pase algo así:
1 - Antes de dormir, anotá en tu agenda
todo lo que tengas que hacer mañana y evaluá los tiempos reales que te llevará
hacer cada cosa. Tal vez no estás calculando bien los tiempo y pensás que podés
hacer más cosas que las que realmente te son posibles. Incluso, poné el tiempo
real que tardarás en llegar de un lugar a otro de tus actividades. Una vez
hecha la lista, establecé prioridades y reubicá las cosas no urgentes para
otros días, cerrá la agenda y andate a dormir. La organización da tranquilidad.
2 - Si
te despertás en la noche atormentado pensando que te vas a olvidar algo que
de golpe te acordaste que tenés que hacer mañana, no lo dudes, prendé la luz,
escribilo y volvete a dormir. Ya está en el papel. A la mañana podrás leerlo y
ocuparte de eso. Ahora relajate.
Y si aún así no conseguís dormirte…
3 – Hacé
este ejercicio: Respirá profundamente tres veces, sintiendo que con cada
respiración una ola de relajación baja por todo tu cuerpo, de la cabeza a tus
pies, sintiendo que tu ansiedad se va por las plantas de tus pies. Disfrutá de
estar en la cama, sentí las sábanas, estirate, acomodá el cuerpo e imaginate
que tu cerebro es una habitación que tiene dos puertas: una a la izquierda y
otra a la derecha. Observá cómo son las puertas, comparalas… Mirá cómo tus pensamientos
entran por la puerta de la izquierda, pasan flotando por la habitación y
salen por la puerta derecha… Ahora cerrá la puerta de la izquierda, impidiendo
que entren más pensamientos, y fijate en los que quedaron flotando adentro
dando vueltas por esa habitación que es tu mente, e invitalos a salir,
despedilos uno a uno y mirá cómo van saliendo por la puerta derecha… Cuando
sale el último, la habitación queda vacía y a oscuras, no hay pensamientos ni
nada. Cerrá la puerta de la derecha y
quedate todo lo que puedas en ese estado de vacío mental, dejándote caer en el
sueño con esa sensación.
Qué te
parecieron estas tres ideas. Me gustaría escuchar cómo te va poniendo en
práctica los ejercicios de la Columna del Bienestar.
¿Te gustaría aprender más herramientas para
manejar el estrés y la ansiedad? ¡No dudes en consultarme!
Artículo publicado en el Suplemento del Vecino del diario La Auténtica Defensa de la ciudad de Campana, Buenos Aires, Argentina, el 3/3/13.
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