Mágica Respiración
Como
te prometí en el artículo anterior, en esta columna iremos compartiendo
diferentes maneras de relajarnos para mejorar nuestra calidad de vida.
Incluiremos ideas desde diferentes enfoques. Habrá ejercicios para el cuerpo y
otros para la mente, sugerencias nutricionales, sugerencias alternativas,
emocionales, medioambientales y espirituales.
Comenzaremos ya mismo, aprovechando
que hoy es sábado y tenés más tiempo libre a tu disposición. Tomá tu agenda (la
de papel, o la del teléfono). Hoy escribirás los momentos que vas a usar para
relajarte durante toda la semana. Programá dejar diez minutos libres por día y
escribilos del siguiente modo. Por ejemplo: Lunes a la noche en la cama: respiraciones
profundas para dormir mejor (más adelante te digo cómo). Martes al mediodía
donde estés: estiramientos para descargar las tensiones de la espalda.
Miércoles a la tardecita: sesión de masajes descontracturantes (agendate pedir
turno el lunes). Jueves a media tarde: ejercicios suaves para aflojar el
cuello. Viernes bien temprano: diez minutos de caminata activa. Sábado y
domingo: las opciones que se te ocurran.
Veamos cómo es lo de la respiración profunda,
que el Dr. López Rosetti, de la Asoc. Arg. de Medicina del Estrés llama “la herramienta mágica antiestrés”. Hoy te
propongo este ejercicio muy simple que consiste en respirar varias veces larga,
lenta, profundamente y con un toque de imaginación. El método es el siguiente:
1.
Inspirá
profundamente llenando de aire la parte inferior de los pulmones, sintiendo que
el abdomen se hincha cuando inhalás el aire. Imaginate que estás oliendo
vainilla, lavanda o tu perfume u olor preferido. Contené la respiración un
momento y luego sacá todo el aire de los
pulmones con un buen suspiro: Ahhhhhhhhh!
2.
Repetí
tal cual el punto 1: inspirá profundamente imaginando que estás oliendo tu olor
preferido, contené la respiración un instante y soltá el aire con otro buen suspiro: Ahhhhhhhhhhhhhhhhh.
3.
Inspirá
lentamente y esta vez, expulsá el aire a tu ritmo. El efecto de relajación es
inmediato.
4.
Dedicate
unos minutos a respirar profunda y repetidamente hinchando el abdomen.
Esta es una de las técnicas más
baratas, simples y rápidas para relajarte y la tenés a tu disposición las 24
horas del día. Usala en el auto, el micro, el tren, el subte o el avión. También
en la oficina, cuando hacés cola en algún lado, o en cualquier otra situación
tensa.
La respiración es una constante fuente
de vida, y tomar conciencia plena de ella, nos ayuda a relajarnos
inmediatamente. Acostumbrate a observar tu respiración. (También podés
observarla en los demás). Cuando la gente está estresada, deprimida, enojada o
bajo una excesiva tensión emocional, su respiración es superficial y en la
parte superior de los pulmones. Al relajarnos, nuestra respiración se torna más
profunda y reposada y usamos naturalmente la parte inferior de los pulmones. Si
te acostumbrás a respirar concientemente de un modo más profundo y pausado, llenando
de aire la parte inferior de los pulmones y expandiendo el abdomen, verás que
disminuye el estrés y que mejora tu capacidad de concentración y tu desempeño en
general. Espero que pongas en práctica estas ideas y, si te gustaría, acordate
que puedo mostrarte personalmente cómo hacer ésta y muchas otras técnicas de
relajación más. Hasta la próxima entrega.
Por tu bienestar!
Por tu bienestar!
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